Martes. Masterclass 2: salí con tres niños y un perro gigante.

08.08.2023

4. Mi decisión, por encima de lo que fue

Salí con tres niños y un perro gigante, llevando solo dos bolsas de ropa. A pesar de mis 32 años, sentía que mi alma y espíritu eran los de una niña de 5 años. 

La confusión era abrumadora, sin saber qué camino tomar. Pero mi determinación era inquebrantable.

Me dije a mí misma: "Soy capaz".

Así, comencé en una habitación modesta con un colchón en el suelo, rodeada de cinco personas. Mi madre también estaba allí, quien, a pesar de las dificultades, me apoyó para empezar de nuevo con tres niños y un perro gigante a mi lado.

Inicié trabajando en lo que estaba al alcance, lavando ropa a mano, limpiando casas, cuidando ancianos y haciendo pulseras de noche.

A los 36 años, cuatro años después de abandonar esa situación, reflexioné sobre lo que quería lograr. 

Siempre había anhelado estudiar, pero en mi familia no se valoraba la educación, y el agresor que había estado en mi vida tampoco lo permitiría. 

5. Decidí despertar a la mujer que había sido, 

Despertar a la mujer que soñaba con hacer algo más. 

Es vital volver a esos sueños de la niñez y juventud después de salir de situaciones de agresión, porque ahí encontramos el comienzo de una nueva vida.

Decidí estudiar a los 36 años. Logré obtener mi diploma de secundaria y comencé a buscar trabajo como vendedora, lo cual era una opción viable en ese momento. 

Finalmente, encontré una empresa donde empecé como vendedora y terminé como gerente de ventas. Mi gratitud es eterna hacia esta empresa y su dueño, quienes creyeron en mi potencial incluso cuando yo no lo veía. 

Aprendí y crecí enormemente, agradeciendo el apoyo brindado. 

A través de este proceso, me convertí en una autodidacta, aprendiendo sobre motivación, programación neurolingüística y otras áreas de desarrollo personal. 

A pesar de no ser una profesional, compartía mis conocimientos con otros, inspirando y motivando a través de mis palabras.

A lo largo de mi trayectoria, comprendí la importancia de las palabras en la construcción o destrucción de la autoestima.

6. El poder de las palabras, los valores, mi esfuerzo.

Las palabras tienen el poder de moldear la percepción que tenemos de nosotros mismos y de los demás. Si le decimos a un niño que es incompetente, creerá en su propia incapacidad. 

Sin embargo, si le decimos que es inteligente y capaz, también lo creerá. 

He presenciado cómo las palabras pueden dirigir a la niñez hacia un futuro lleno de potencial. 

Aunque mi propia infancia careció de estas palabras alentadoras, aprendí que podemos detener ese ciclo y brindar el apoyo que no recibimos. 

La historia que vivimos no define nuestro destino; nosotros podemos moldearlo.

Las cartas que recibía cada vez que ascendía en mi puesto laboral siguen siendo uno de mis tesoros más preciados. 

A pesar de haber transcurrido más de una década, conservo esas cartas con cariño, ya que representan la confianza y el empoderamiento que recibí en ese momento crucial de mi vida.

Gracias por escuchar mi historia. 

Quiero recordarles que las palabras y las acciones pueden tener un impacto profundo en la vida de alguien.

Siempre hay una oportunidad para apoyar, alentar y motivar. 

¡Juntos podemos crear un cambio positivo en nuestras vidas y en las de los demás!

Mañana continuamos esta gran historia.

© 2023 Curso de Primeros Auxilios Psicológicos en Violencia de Género
Todos los derechos reservados
Creado con Webnode
¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar