4. La Gestión Emocional: en esta ocasión se abordará cómo gestionar las emociones y brindar apoyo a la persona afectada. En primer lugar, es importante actuar ante lo que pueda estar ocurriendo y regular las emociones de manera efectiva. 

4.1. Intensidad de la emoción.

Cuando se presentan este tipo de emociones (recordando MARTA), es necesario hablar sobre su intensidad. No es lo mismo experimentar miedo que pánico, tristeza que depresión, o sentir alegría en comparación con la euforia. La intensidad puede variar según el momento en el que la víctima de violencia se encuentre. 

En el caso de que la violencia haya ocurrido recientemente, la intensidad emocional será superior, llegando incluso al pánico y llevando a la persona a buscar refugio en un lugar oculto debido a la desorientación que experimenta. En este momento, es crucial evaluar las necesidades de atención inmediata, priorizando los aspectos relacionados con la emergencia. 

En estos casos, no es suficiente brindar ayuda individualmente como referentes; es necesario involucrar a las instituciones correspondientes, como la policía o servicios médicos de urgencia, para rescatar a la persona afectada.

4.1.2. Intensidad cuando la violencia es sistemática: 

Si nos acercamos a una persona que está viviendo la violencia de manera sistemática, es probable que parezca tranquila, aunque pueda estar más triste o ansiosa. En este caso, podemos conectarnos a través de la observación, sin contagiarnos del problema, para comprender mejor su reacción.

4.2. Aprender a Identificar mis propias emociones: 

En la gestión emocional, es importante poder identificar lo que se está sintiendo. Es recomendable que cada individuo intente identificar sus propias emociones en su día a día. A veces, respondemos de forma automática sin entender realmente lo que está sucediendo. 

Por ejemplo, si no logramos una tarea y respondemos "no sé, simplemente no pude hacerlo", en realidad puede haber una mezcla de frustración por no haber tenido éxito y tristeza por haber perdido una oportunidad. 

Dentro de las teorías emocionales, es fundamental identificar y reconocer las emociones, así como permitir que la persona pueda verbalizar sus sentimientos, como el miedo, el dolor o la sensación de incapacidad. 

Al reconocer e identificar estas emociones, se puede comprender mejor lo que está sucediendo en la persona afectada.

4.3. Dos claves en la gestión emocional. 

La gestión de emociones se basa en dos aspectos fundamentales. El primero es identificar la emoción, es decir, comprender qué se está sintiendo. Cuando la intensidad de la emoción es máxima, es importante encontrar formas para reducir su intensidad y poder actuar. Una vez que se ha identificado la emoción, la segunda clave es regularla. 

¿Cómo se puede ayudar a la persona a regular sus emociones? Es importante que la persona afectada comprenda lo que está pensando en ese momento. 

A través de un diálogo con un referente, se puede explorar lo que se está pensando y cómo eso afecta los sentimientos. 

Luego, se puede buscar una forma de salir de la situación actual y encontrar formas de adaptación con la emocion del momento.