JUEVES: Masterclass 3: el Violentómetro, nivel medio.

08.09.2023

2.2. El Violentómetro: nivel medio de la violencia En esta etapa, se avanza desde la violencia invisible y normalizada hacia la imposición y la prohibición. Se comienza a prohibir el uso de ciertas prendas de vestir, formas de vestir, llamadas telefónicas, acceso a redes sociales o contacto con ciertas personas. Se empieza a ejercer un poder dominante sobre la persona, coartando su individualidad y libre desarrollo. 

A veces, la persona que ejerce esta dominación realiza acciones para complacer a la otra.

Otro aspecto importante pero a menudo pasado por alto es la destrucción de objetos personales, como prendas de vestir o recuerdos significativos del pasado. Estos actos destruyen la propiedad personal y controlan lo que la persona puede tener o usar.

La violencia en este nivel medio del Violentómetro también se manifiesta en el mal comportamiento en público y en tocar a la persona sin su consentimiento. Esto puede incluir actuar de manera humillante, tratando a la persona como si fuera propiedad y creyendo tener el derecho de hacer lo que se desee con ella. Es importante comprender que hay espacios que deben ser respetados como íntimos y que cualquier contacto físico debe ser consensuado. También se presentan acciones ofensivas que se realizan con la intención de lastimar a la otra persona. 

También es importante mencionar los celos, que pueden transformarse en celos patológicos, donde se utilizan adjetivos agresivos y se generan desconfianza y rupturas en la relación. La descalificación es otra forma de violencia presente en este nivel, donde se menosprecia lo que la pareja aporta a la relación, generando una falta de compromiso y admiración mutua. Además, se puede observar la tendencia a culpar al otro por los conflictos y la utilización de intimidaciones y amenazas, limitando la libertad y generando un ambiente de constante temor.

Es fundamental reconocer estas señales en la primera fase del Violentómetro, ya que nos permiten identificar comportamientos que pueden derivar en formas más graves de violencia en las etapas posteriores.

En esta segunda fase, se incluyen caricias abusivas y juegos agresivos que implican golpear, morder, hacer chupones o marcar a la persona como propiedad. Estos juegos pueden ser conscientes o inconscientes, pero a medida que se normalizan, se convierten en conductas violentas. Dentro de la intimidad, se empiezan a revelar las parafilias y las demandas de la pareja, donde se hacen peticiones absurdas que a menudo la persona cede.

En las relaciones sexuales, especialmente en las etapas de enamoramiento y noviazgo, se pueden exigir pruebas de amor y demostraciones sexuales, lo cual debe ser siempre consensuado y consciente, evitando sentirse utilizado como un objeto. Es crucial tener en cuenta todos estos aspectos. Además, se observan otros comportamientos preocupantes, como empujar, jalonearse en las peleas, agresiones físicas y el uso de lenguaje ofensivo, lo cual indica un aumento en el nivel de violencia. 

Nos preparamos para el examen

RECUERDA, ESTO AUN NO ES EL EXAMEN.

Según el nivel medio del Violentómetro, ¿cuál de las siguientes acciones se considera una forma de violencia en la relación de pareja?

Fuente e imágenes: Violentómetro-IPN
© 2023 Curso de Primeros Auxilios Psicológicos en Violencia de Género
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